El líquido amniótico es sumamente importante para la salud y desarrollo de tu bebé, por lo que cuando tienes muy poco o demasiado se pueden presentar complicaciones del embarazo.
El líquido amniótico es un líquido claro que rodea al bebé durante el embarazo y que tiene múltiples funciones como por ejemplo proteger al feto contra golpes que pueda sufrir la paciente, evita que se comprima el cordón umbilical, protege contra infecciones ya que tiene propiedades antibacterianas, mantiene de forma estable la temperatura del bebé, funciona como reservorio de nutrientes como por ejemplo proteínas, electrolitos, células inmunológicas y vitaminas que provienen de la madre y otorga espacio para que el feto pueda crecer de forma adecuada.
Al inicio consiste en un líquido que proviene de la madre y que cruza las membranas, pero a partir de las 15 semanas la mayoría del líquido proviene de la orina fetal.
Las alteraciones más frecuentes del líquido amniótico son encontrar muy poco líquido que se presenta en cerca del 3% de los embarazos y demasiado líquido que se presenta de forma menos frecuente en el 1% de los embarazos.
El bajo nivel de líquido amniótico (oligohidramnios) es una afección en la que el líquido amniótico está por debajo del nivel esperado para la edad del bebé.
Si tienes un nivel bajo de líquido amniótico, lo que sucederá después dependerá de la causa, la gravedad, la edad gestacional (semanas del embarazo), de tu salud y la del bebé.
Diversos factores pueden contribuir a que haya un nivel bajo de líquido en el embarazo, por ejemplo:
Ruptura de la fuente
Alteraciones del crecimiento fetal
Tensión arterial elevada en la paciente
Uso de algunos medicamentos
Problemas genéticos del bebé
Malformaciones estructurales del bebé especialmente de los riñones
Trastornos genéticos
Si tienes un nivel bajo de líquido amniótico y tienes más de 37 semanas, probablemente tu médico decidirá que lo más seguro es que nazca el bebé. Sin embargo, si tienes menos de 37 semanas, tu médico, deberá analizar la causa del bajo nivel de líquido y te recomendará controlar el embarazo con ultrasonidos frecuentes para vigilar el líquido.
El oligohidramnios es una afección grave por lo que si te preocupa la cantidad de líquido que tiene tu bebé habla con tu médico o acude a consulta para verificar la cantidad del mismo.
De forma menos frecuente al presentarse un nivel de líquido amniótico alto (polihidramnios) es una afección en la que el líquido amniótico está por arriba del nivel esperado para la edad del bebé.
El polihidramnios se produce por un desequilibrio entre las entradas y salidas de líquido amniótico. En un 50% de los casos no se encontrará una causa de dicha elevación y no representará un problema de salud para el bebé.
Podemos definir múltiples causas del mismo, por ejemplo:
Causas fetales. 30% de los casos, asociados a una anomalía en el desarrollo del bebé especialmente problemas gastrointestinales en los que el bebé no es capaz de deglutir el líquido amniótico por lo que este se acumula.
Causas maternas. 25% de los casos, algunas enfermedades maternas como por ejemplo diabetes pueden ser responsables del aumento del líquido amniótico.
En casos bien seleccionados y teniendo la causa bien definida es posible retirar el exceso de líquido (amniodrenaje) de esta forma se evitan complicaciones especialmente parto prematuro.
Tanto en el caso de tener muy poco o demasiado líquido debes consultar a un médico especialista en el tema para poder iniciar un protocolo de estudio y de esta forma definir la causa y determinar cuál es la mejor conducta en favor de tu salud y la de tu bebé.
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