El Citomegalovirus (CMV) es el principal agente infeccioso causante de morbimortalidad infantil de origen congénito en los países desarrollados.
Uno de cada 150 bebés nace infectado y entre un 10-15% puede tener secuelas al nacer o a largo plazo.
A pesar de ello, es una enfermedad desconocida y pocos padres la conocen.
¿Qué es el Citomegalovirus y a cuántas embarazadas afecta?
El citomegalovirus es un virus que se transmite entre las personas y que, en general, no produce síntomas o si los produce son leves (fatiga, fiebre, dolor de garganta, dolores musculares). La infección sólo es peligrosa en personas inmunodeprimidas o en las embarazadas, en cuyo caso la infección no es grave para ellas, pero puede sí serlo para su bebé.
Aproximadamente 1/150 recién nacidos nace infectado y un 10-15% de ellos puede tener secuelas al nacimiento o a largo plazo. El 85% van a ser asintomáticos.
¿Cómo se transmite el virus?
La infección se transmite sobre todo a través de la saliva y la orina de los niños menores de 3 años, que cuando se infectan (es muy frecuente que se infectan en la guardería o estando en contacto con otros niños) suelen ser contagiosos durante un largo periodo de tiempo, aunque no presenten síntomas.
El 15% al 70% de los niños en guarderías adquieren la infección por CMV.
Es por eso que a esta infección se le conoce como la enfermedad del hermano mayor porque la situación más frecuente es que las embarazadas se infecten a partir de su propio hijo de corta edad.
Riesgo 5 a 25 veces mayor de desarrollar CMV si la mujer embarazada se expone a niños en la guardería.
¿Qué medidas se pueden seguir para evitar una posible infección?
El CMV se transmite después de un contacto próximo con la saliva o la orina de un niño pequeño (menor a 3 años). Situaciones como estar en la misma habitación o abrazar a un niño no contagian el virus, ya que necesita un contacto con las secreciones antes mencioandas.
En la tabla se muestran consejos generales para evitar el contagio por CMV:
1. Educar a las mujeres que tienen niños pequeños o que trabajan con ellos ya que corren un mayor riesgo de contagio por lo que la la atención y la higiene ayudará a prevenir la transmisión del CMV.
2. Manejo cuidadoso de artículos potencialmente infectados, como pañales.
3. Lavarse las manos minuciosamente cuando esté cerca de niños pequeños.
4. Evitar compartir utensilios.
5. Evitar besar a los niños menores de 6 años en a boca o en la mejilla
El riesgo de transmisión al feto con la infección materna es de aproximadamente
del 30-40%
¿Qué consecuencias puede tener en los bebés?
El periodo de mayor riesgo para la embarazada es el primer trimestre (hasta la semana 14). Si la embarazada se infecta y transmite la infección al feto en este periodo el recién nacido puede presentar anomalías del desarrollo del cerebro y defectos de la audición desde leves hasta muy graves. Muchas de estas anomalías aparecen en vida fetal y se pueden detectar durante los ultrasonidos del embarazo. Después del nacimiento existe un tratamiento para los bebés que mejora su pronóstico, pero no los cura del todo. Si la infección se produce después de las 14 semanas el riesgo fetal es mucho menor.
El CMV es una de las causas más frecuentes de retraso psicomotor y sordera neurosensorial de origen viral.
¿Cuál es el pronóstico para el feto?
Un diagnóstico de infección fetal por CMV no equivale a un feto afectado, ya que del 80-90% de los fetos con infección congénita por CMV son asintomáticos al nacer. Sin embargo, para el 10% al 20% de los fetos que presentan síntomas al nacer, los resultados generalmente son malos. Los signos y síntomas pueden incluir déficits neurológicos (por ejemplo, convulsiones, coriorretinitis, hipotonía, pérdida de la audición).
¿Existe tratamiento para las embarazadas?
En estos momentos, no existe ningún tratamiento que haya demostrado ser útil y seguro para tratar la infección de las embarazadas que ya se han infectado, así como tampoco para prevenirlo, las guías internacionales no recomiendan el cribado analítico de CMV durante el embarazo, a pesar de todo, el Colegio Americano de Obstetras y Ginecólogos recomiendan el cribado a petición de los pacientes si existen síntomas en la embarazada o alteraciones en el ultrasonido fetal. Lo que sí recomiendan estas guías y también la Iniciativa Europea del Citomegalovirus Congénito es que haya una mayor información sobre esta infección silenciosa y que todas las embarazadas conozcan y sigan las medidas preventivas para disminuir el contagio, especialmente durante el primer trimestre del embarazo.
¿Hay alguna investigación en curso para encontrar tratamiento?
Existen vacunas en fase de experimentación, pero actualmente ninguna ha demostrado eficacia suficiente para justificar su administración.
El tratamiento de la mujer embarazada con infección tendría como propósito impedir la transmisión al feto, mientras que el posnatal estaría encaminado a minimizar las alteraciones neurológicas de los recién nacidos seriamente afectados.
Actualmente, la promoción de medidas higiénicas y hábitos de vida saludables en embarazadas son el único método en la prevención de la infección congénita por CMV.
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