El cannabis es una droga que se extrae de la planta Cannabis activa, con cuya resina, hojas, tallos y flores se elaboran el hachís y la marihuana. En el cannabis se ha identificado más de 400 sustancias químicas.
La prevalencia de consumo de marihuana durante el embarazo varía del 2% al 5% en la mayoría de los estudios, pero aumenta al 15-28% entre las mujeres jóvenes, urbanas y en situación socioeconómica desfavorecida.
En particular, entre el 34% y el 60% de las usuarias de marihuana continúan consumiendo durante el embarazo, y muchas mujeres creen que su uso es relativamente seguro durante el embarazo y menos costoso que el tabaco.
Un número creciente de países están legalizando la marihuana con fines medicinales o recreativos y, como resultado, su uso por mujeres embarazadas podría aumentar aún más.
La marihuana medicinal no es más segura que la recreativa.
En modelos animales, el cannabis atravesó la placenta, los niveles plasmáticos fetales fueron aproximadamente el 10% de los niveles maternos después una exposición. Se han observado concentraciones fetales significativamente más altas después de exposiciones repetidas.
Existen receptores cannabinoides en la placenta y cerebro fetal. El cannabis atraviesa fácilmente la placenta y la leche materna, alcanzando los receptores cannabinoides e inducen cambios en la expresión génica, ruta y en los niveles de neurotransmisores.
Los fetos humanos exhiben los receptores cannabinoides del sistema nervioso central ya en la semana 14 de gestación.
Las manifestaciones de la exposición en el útero incluyen deterioro cognitivo y mayor sensibilidad a las drogas de abuso.
Los estudios señalaron que los niños expuestos a la marihuana en el útero obtuvieron puntuaciones más bajas en las pruebas de detección de problemas visuales, coordinación visual-motora y análisis visual que los niños que no estuvieron expuestos a la marihuana en el útero.
Además, la exposición prenatal a la marihuana es asociado con disminución de la capacidad de atención y problemas de comportamiento y es un predictor importante del consumo de marihuana a los 14 años.
La evidencia disponible no sugiere consistentemente que la marihuana cause defectos anatómicos en humanos.
No hay información suficiente para evaluar los efectos del consumo de marihuana en los lactantes durante la lactancia materna.
Debido a las preocupaciones sobre el deterioro del desarrollo neurológico, así como la exposición materna y fetal a los efectos del cannabis, se debe alentar a las mujeres embarazadas, en lactancia materna o que están contemplando un embarazo a que dejen de consumir marihuana.
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