El periné es la parte inferior del suelo de la pelvis, se forma por bandas musculares y de tejido que dan soporte a los órganos pélvicos. En la mujer embarazada, en específico la segunda mitad del embarazo y en el momento del nacimiento del bebé, toma un papel fundamental ya que es un sitio que puede verse afectado por el mismo embarazo y/o la manipulación de la región genital durante el parto.
El trauma perineal se considera como cualquier lesión en la región genital ya sea ocasionada por la salida del bebé o por la realización de una episiotomía (corte en el periné para expulsión de la cabeza del bebé), estos desgarros o laceraciones en la vagina pueden traducirse tras el parto en dolor genital, dispareunia (dolor durante las relaciones sexuales), incontinencia urinaria o para la defecación.
La fisioterapia del suelo pélvico previa al parto ha sido asociado a efectos positivos en el fortalecimiento de la musculatura pélvica y, consecuentemente, a resultados positivos en el embarazo y evolución del trabajo de parto. Algunas alternativas que se consideran de ayuda son los ejercicios de Kegel para piso pélvico y el masaje perineal, diminuyendo la incidencia de periodos expulsivos prolongados, laceraciones vaginales y la realización de episiotomía.
Los ejercicios de Kegel son movimientos de contracción y relajación que fortalecen los músculos que dan soporte a la vejiga, el recto y el útero, ayudan a relajar y tonificar todos los músculos del piso pélvico. Se recomienda llevarlos a cabo a partir del segundo trimestre del embarazo y en el periodo posterior al parto, ayudando en gran medida al control de las pérdidas urinarias, mejoran el tono del esfínter anal, de ésta manera se fortalece y recupera la musculatura perineal afectada.
El masaje perineal es una técnica de medidas físicas que prepara el periné para su distensión, mejorando la elasticidad y suavidad de los tejidos lo que facilita la salida de la cabeza del bebé por el canal de parto, se ha asociado a ventajas como la reducción del estrés, el aumento de la circulación sanguínea y el alivio del dolor en dicha región durante el trabajo de parto y posparto, reduciendo lesiones que requieran suturarse y evitando en algunas ocasiones la necesidad de episiotomía sobre todo en madres primerizas.
La preparación es importante:
- Lava adecuadamente tus manos, corta y limpia tus uñas.
- Antes de comenzar, vacía tu vejiga.
- Busca el sitio donde puedas estar en posición semisentada (baño, cama, en cuclillas recargada en la pared).
- Utiliza lubricantes de preferencia base de agua.
Precauciones para tener en cuenta: evitar la manipulación sobre la uretra para prevenir infecciones de vías urinarias.
Estas alternativas además de prevenir lesiones que pueden dejar secuelas a largo plazo, favorecen que el período posparto no sea incómodo y la recuperación y reincorporación a las actividades habituales sea más rápida así como mejora el apego con el recién nacido. Pregunta a tu médico las dudas de cómo realizar los ejercicios adecuadamente para evitar molestias.
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