Hacia la sexta semana del embarazo se lleva a cabo el cierre del tubo neural, siendo éste la estructura encargada de la formación del sistema nervioso central (médula espinal y encéfalo). El ácido fólico que es una vitamina perteneciente a la familia de la vitamina B (B9), participa en el desarrollo del sistema nervioso y su mantenimiento a etapas muy tempranas del embarazo.
En algunas ocasiones un déficit de ácido fólico puede ocasionar alteraciones en el tubo neural que produce defectos a nivel de cerebro, vértebras y la médula espinal. Dependiendo de la lesión ocasionará alteraciones del neurodesarrollo -discapacidad en el aprendizaje-, hidrocefalia, convulsiones, complicaciones del tracto urinario y control de esfínteres, anomalías en las extremidades inferiores, etc.
En la actualidad el ácido fólico se encuentra adicionado en distintos alimentos procesados sin embargo, existen distintos escenarios en los que se presenta déficit de ácido fólico como en los que hay una ingesta pobre de esta vitamina, en otras ocasiones es debido al consumo de algunos medicamentos como valproato, fenitoína, sulfasalazina, trimetoprim, metotrexato, carbamazepina, o por situaciones médicas por enfermedad o alguna cirugía que ocasionan malabsorción intestinal.
De manera habitual se utilizan suplementos de ácido fólico durante el embarazo, sin embargo, existen alimentos fuente natural de esta vitamina como las verduras de hoja verde (espinacas, acelgas, coles, espárragos, brócoli), frijol, lentejas, chicharos, alimentos de origen animal como, carne roja, pollo, pescado y huevo.
La eficacia de la suplementación con ácido fólico y la fortificación dietética para disminuir la aparición y recurrencia de defectos del tubo neural es de al menos un 70 por ciento.
La suplementación con ácido fólico y la ingesta de alimentos ricos en folatos previo a la concepción y durante el embarazo es una estrategia de acceso practicamente universal y con buenos resultados en el embarazo.
La Organización Mundial de la Salud avala el uso diario por vía oral de suplementos de ácido fólico como parte de la atención prenatal a dosis de 400 µg (0,4 mg) para prevenir defectos del tubo neural, anemia materna, sepsis puerperal, insuficiencia ponderal al nacer y el parto prematuro.
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